Conocido mundialmente como «El país de las posibilidades», su entorno nos es muy «familiar» por el poder de su industria cultural: la influencia del cine, teatro, música y otras expresiones artísticas multiculturales, diversas y con ambiente internacional que están a la vanguardia en investigación y educación. El modo práctico y dinámico de sus clases, donde prima la participación, la variedad de materias y propuestas, el saber trabajar en grupo y desarrollar proyectos y presentaciones, con actividades extracurriculares, festividades, ferias, deportes y voluntariados, hace que estudiar en Estados Unidos implique estudiar en un país de referencia mundial.

El propio Gobierno y las instituciones educativas promueven los intercambios, ya que cuanta mayor es la diversidad de naciones en un instituto, más rica es la experiencia que ofrece.

Las familias también están muy acostumbradas a recibir estudiantes de intercambio voluntariamente, y la sociedad toda es muy buena anfitriona, ya que consideran a ello una gran experiencia de vida y se crean vínculos para toda la vida.

El inglés es un gran fuerte, pero termina siendo sólo un medio para aprender fácil y rápido y poder disfrutar de todo lo otro que este intercambio nos ofrece, y donde lo que más destaca es el permitir hacer amigues de todo el mundo.